Esta técnica, se utiliza para el tratamiento de la acumulación localizada de tejido adiposo en distintas partes del cuerpo. Estos acúmulos localizados, cuyo nombre científico es el de LIPODISTROFIA se conocen popularmente como "celulitis", término poco afortunado que en la realidad no se corresponde con la alteración antiestética a cuyo tratamiento está destinada la liposucción. La verdadera celulitis se trata con otros métodos que se explicarán más adelante en esta publicación (ver Mesoterapia).
La liposucción no está indicada tampoco para el tratamiento de la obesidad, en la que se utilizan otros métodos (dietas, gimnasia, etc.), pero puede complementar a estas medidas, siempre que sea necesario reducir o eliminar acúmulos de grasa localizados que son imposibles de suprimir con los métodos antes citados. Tampoco está indicada para el tratamiento del abdomen flácido cuando además de haber grasa acumulada la piel presenta flacidez. Este defecto debe tratarse mediante una lipectomía.
La liposucción consiste en aspirar la grasa de la zona afectada mediante una cánula o tubo cuyo diámetro varía entre 2 y 8 mm, según el caso, que se introduce a través de una incisión de longitud igual al diámetro del tubo. Este tubo está conectado a un aparato de aspiración de alta presión negativa. Las incisiones practicadas dejarán una cicatriz mínima, de entre 2 y 8 mm. y se localizarán en zonas que normalmente quedarán ocultas por la ropa (bikini, bañador). Después de la intervención se colocará una faja especial, que se dejará durante una semana.
La lipoescultura obedece a la misma técnica de aspiración de grasa explicada para la liposucción, aunque este término se está usando más recientemente para designar liposucciones por zonas, a veces practicada con una jeringa de vacío en lugar un aparato de aspiración y a veces bajo anestesia local. Logra los mismos resultados que la liposucción.
En los últimos años han surgido algunas variantes de la liposucción clásica, tales como la liposucción por ultrasonido o la lipoescultura laser que, con algunas diferencias técnicas se basan en la aspiración de grasa, igual que la liposucción. En el caso de la lipoescultura laser, este tratamiento al mismo tiempo que aspira la grasa permite mejorar la flacidez de la zona tratada.
La acumulación anormal de grasa no vuelve a reproducirse después de realizar ninguno de los tratamientos mencionados.
Antes de efectuar la intervención (que debe practicarse cumpliendo todos los requisitos de una intervención quirúrgica: en un quirófano bajo condiciones estrictas de asepsia, etc.), es necesario evaluar el tipo de piel del paciente y la cantidad de grasa a eliminar, con el fin de garantizar los resultados óptimos de la operación. La intervención generalmente se practica bajo anestesia local. En algunos casos se utiliza la anestesia epidural o general. Según el caso y tipo de anestesia, se realiza en pacientes ambulantes o con ingreso en clínica durante 24 horas.
Después del alta, el paciente podrá llevar una vida relativamente normal, no obstante es aconsejable que evite durante unas semanas esfuerzos físicos.
Las zonas más frecuentemente en las que se realiza la intervención son: MUSLOS (cara externa, cara interna), FLANCOS, CINTURA, RODILLAS, ABDOMEN, PAPADA.